PALIMPSZESZT
8. szám --[ címlap | impresszum | keresés | mutató | tartalom ]

MORVAY Károly
Entre comillas (Problemas ortológicos en el campo de la fraseología)



Dedicatoria:
'Katinka', «Gracias, por el "fuego"»

0. Exorcismos de esti(l)o [1] de G. Cabrera Infante tiene, entre otros tantos, un escrito a mi entender muy sugestivo. Se trata de un texto corto que se repite dos veces: en la primera variante aparecen entre comillas un certo número de palabras; en la segunda todas están "entrecomilladas"[2]. (Véase el Apéndice.) En las Preguntas anexas, Caín[3] malicioso, plantea al lector los siguientes enigmas:

¿Por qué en el segundo texto aparecen unas palabras entre comillas y otras no?« y «¿Por qué en el tercer texto se han entrecomillado todas las palabras?«.[4]

1. Las reglas del empleo de las comillas quedan resumidas de una manera muy clara en el Diccionario de María Moliner (Cf. MOLINER, «Puntuación»). Sin embargo, en cuanto a la fraseología, campo que nos interesa aquí, conviene hacer algunas precisiones relativas al uso y abuso de las comillas en expresiones estereotipadas, modismos, refranes, o sea, en diferentes unidades fraseológicas (UF).[5]

MOLINER nos informa de que las comillas (« - ») se emplean:

Hay que señalar que MOLINER habla sólo de los signos « - », ' - ', pero en la práctica aparecen también, y aún con mayor frecuencia, los signos " - " o '' -- ''. Los ejemplos de este artículo provienen de los dos tomos de un diccionario fraseológico del español de México que tengo en manuscrito (Morvay, 1981). Los ejemplos citados han sido entresacados básicamente de un periódico mexicano, Ovaciones. (En el texto dichos ejemplos aparecen sin que se mencione la fuente).

2. El primer uso consignado por MOLINER se puede aplicar sin reservas a una parte importante de las unidades fraseológicas frasales, a los diferentes tipos de paremias (refranes, sentencias etc.). Estas UF normalmente se emplean en forma de cita o de comentario, incorporadas o no a la oración. Por su carácter de cita la presencia de las comillas es justificada, pero no indispensable.

2.1. Paremias citadas entre comillas:

La Desconfianza, Madre de la Seguridad:

Volverán a usarse los cinturones de castidad. La llave la traerá el marido (...). Aquí sí que como dice el refrán: "la desconfianza es la madre de la seguridad..." (1. 4. 81., 13.)

"El que da primero da dos veces", y esta frasecita cae como anillo al dedo a los noticiarios. (5. 11. 80., 11.)

Es triste que sumas destinadas por el gobierno para formar los hombres del México de mañana, sirvan "crear [sic] los cuervos que nos sacarán los ojos" (25. 2. 81. 2.)

De funcionarios mentirosos, siempre líbranos señor... ¿Cómo van declarando bienes (...) quienes lo tienen de todo, pero de quienes aún se espera según el mexicanísimo y no por regocijante menos fatalista adagio de: «En el año de Hidalgo "muela" a su madre quien deje algo». (25. 2. 81., 2.)

2.2. Las paremias que comentan o complementan una afirmación anterior también pueden aparecer, o no, entrecomilladas:

Cenaron opíparamente en la fiesta. (...) "Barriga llena, corazón contento." (7. 1. 81., 10.)

Esta máquina (...) débil en la zaga, pero tremendamente potente en ataque; regresa y hace bueno el viejo (...) adagio de que la mejor defensa es el ataque. (27. 2. 81., 5.)

De un momento a otro Guadalupe Pérez Romo y el famoso Barón Hektor von Berkmeistes inauguraron boutique en Polanco, justo al lado del salón de José Luís. Dios las cría... (21. 10. 80., 4.)

3. La mayoría de los ejemplos encontrados en Ovaciones las paremias no aparecen entrecomilladas.

3.1. Paremias citadas sin comillas:

Como dijo el Mamón: Cría cuervos y si te salen blancos, sospecha de la paloma. (17. 2. 81. 13.)

Creen que ser intelectuales es (...) crea descontentos, alborotos, sin dejar de recibir la paga, algo así como crear [sic] cuervos para que te saquen los ojales. (31. 1. 81., 2.)

3.2. No se ponen comillas cuando el refrán, la sentencia, etc. forman parte integrante de la oración; uso que se da con tanta frecuencia como su aparición en forma de cita:

Acostumbramos (...) subir al futbol mexicano a los cuernos de la luna por un triunfo eventual (...) sin considerar que una golondrina no hace verano. (27. 3. 81., 5.)

Ya veremos si la mejor defensa es un buen ataque, o si, la mejor defensa... es una buena defensa. (5. 3. 81., 5.)

Al grito de... cuando las barbas de David Ibarra Múñoz veas cortar, pon las de Miguel de la Madrid a remojar, (...) compareció hoy ante la Cámara de Diputados. (28. 11. 80., 6.)

Nos sabemos el menú de memoria, pero a colmillo dado no se le ve el caballo. (Es al revés. Liri, oquei). (9. 1. 81., 13.)

La cuestión hubiera podido llegar más lejos, pero como el que calla otorga, Figueroa (...) no contestó. (18. 12. 80., 12.)

3.3. Las paremias empleados como títulos de artículos, o las que encabezan un texto en el cual se vuelve a utilizar la misma UF, suelen aparecer también sin comillas:

Más Vale Aquí Corrió...

Que aquí murió. --"Mano de Piedra" recibió tremenda golpiza. (27. 11. 80., 12.)

Primero comer que ser cristiano y... ¡desde cuándo! (...) Los (...) diputados nos están descubriendo el agujero a las donas [?] al señalar que primero es comer... (22. 12. 80., 16.)

¡Cuánta verdad! ¡Cae más pronto un hablador que un cojines! (...) Ya ven, cae más pronto un hablador que un cojo...(16. 1. 81. 15.)

4. En cuanto al uso consignado por MOLINER en segundo lugar, aquí suele producirse un abuso de las comillas, llegando a unos extremos que hacen pensar en el texto de G. Cabrera Infante. En la segunda parte de este artículo trataré de ilustrar este fenómeno.

4.1. Parecen muy evidentes, los usos detallados por MOLINER en los puntos 3a y 3b, es decir: unidades frasales (fórmulas fraseológicas o, en términos más tradicionales, diferentes dichos y frases hechas) y unidades inferiores a la frase (locuciones según la terminología habitualmente utilizada en español) empleadas como citas:

Tomó carta de naturaleza el dicho "Dar gato por liebre" y no sólo en el restaurante (...) sino en cualquier acto de la vida, como sinónimo de engaño, de fraude. (18, 2., 81., 10.)

Abramos aquí un pequeño paréntesis para tratar de explicar qué significa en México "estar bruja". (ALMAZÁN, REDIEZ, 111.)

Dijo que a Haig "le recortaron las alas y le echaron sal en la cola." (26. 3. 81., 14.)

Hay ocasiones (...) en que viendo el comportamiento de los habitantes del D. F., uno no puede dejar de recordar aquel dicho de que "con unos amigos así... quién necesita de enemigos". (8. 4. 81., 2.)

Según el dicho "Los ángeles no tienen espalda." Por lo tanto, se vuelve difícil hacer comentarios en este caso. Que tiene espalda no cabe duda, ni cabe duda que es una espalda muy linda, desde que empieza hasta donde se pierde el nombre. Mañana les ofreceremos otro aspecto de esta angelical criatura. (30. 3. 81., 3.) [El texto que acompaña una foto que muestra de espalda el busto de una "güerita mucho muy chula" en cueros.]

4.2. El uso de las comillas queda también justificado por el afán de llamar la atención sobre la desfraseologización intencional:

Como los "yanquis" no se chupan el "finger", buscaron la manera de solucionar el conflicto. (22. 11. 80., 1.)

Este ejemplo puede contrastarse con el empleo no entrecomillado en:

Ni se chupa el dedo ni se anda por las ramas. (28. 1. 81., 14.)

4.3. Aparte de los usos "normativos" --enumerados en los dos puntos anteriores-- las comillas se emplean de una manera bastante caótica en los materiales examinados, donde las mismas UF a veces se entrecomillan y otras veces no:

El PAN únicamente trató de jalar agua a su molino. (29. 12. 80., 6.)

Algunos vivillos han aprovechado la presencia del prelado galo, para "llevar agua a su molino". (23. 1. 81., 2.)

Los legisladores "le echan agua a su molino" y hacen su propia propaganda. (20. 12. 80., 6.)

Conducía como "alma que lleva el diablo" a su vehículo. (15. 12. 80., 15.)

El conductor que iba como "alma que lleva el diablo" perdió el control y se volcó. (6. 1. 81., 2.)

Si el morido no está morido (...) al ver que el chafirete de la funeraria lo lleva como alma que lleva el diablo se infarta y se petatea de a deveras. (9. 3. 81., 7.)

Sostuvo un "estira y afloja" con los reorteros. (8. 4. 81., 6.)

"El estira y afloje" [sic] está en el aumento de salarios. (31. 10. 80., 1.)

El juego es el del regateo con el mercader, un estira y afloje [sic] de ambas partes. (20., 1. 81. 2.)

En un estira y afloje [sic] (...) Al final se levantaron con triunfo los trabajadores. (7. 1. 81., 12.)

"Estira y afloje" [sic] en la UNAM. (31. 10. 80., 1.)

No tenemos saque para entrarle con nuestro cuerno al fisco... (24. 1. 81., 12.)

El estacionamiento [...] lo han convertido en aparcamiento para camiones [...] cuyos conductores tienen que "entrarle con su cuerno" o de lo contrario no hay lugar. (9. 3. 81., 6.)

Se trata de hacer una coperacha, para reunir las diez milanesas, ya le estamos entrando con nuestro cuerno. (29. 1. 81., 12.)

El personal de aduanas sabe quién es quién, los contrabandistas ya están muy vistos y le entran con su cuerno sin mucho cuento. (8, 12. 80., 13.)

Eran 80 mil varos. [...] Los delegados políticos pegaron de saltos, pero de todas maneras tuvieron que entrarle con su cuerno.

A mi modo de ver uno de los ejemplos más ilustrativos del material considerado es el caso del fraseologismo ponerse (o poner) la carne de gallina (a alguien). Llama la atención que justamente las dos jocosas formas desfraseologizadas (ejemplos 3 y 4) vayan sin comillas:

Aquí tiene esta pareja al vientecillo que las pone con "carne de gallina". (11. 3. 81. 3.)

Quién sabe cuánto duró el vaivén que hizo que se nos pusiera la carne de gallina. (24. 10. 80., 15.)

Una solista de bikini enseñando (...) la piel de gallina por el frío. (17. 12. 80., 2.)

Tuvieron que remar contra la corriente de un marcador adverso que irónicamente había puesto la carne de gallina a los Canarios. (27. 12. 80., 5.)

[Canarios = jugadores de un equipo mexicano de futbol].

Escuchamos noticieros, la epidermis se hizo de ave de corral femenina. (15. 1. 81., 12.)

4.4. En la mayoría de los casos el uso de las comillas es totalmente superfluo.

4.4.1. Fraseologismos entrecomillados innecesariamente por entero:

Aquí en México "de la cabeza a los pies" los seres estamos hechos de... aserrín, ¡por no decir de otra cosa! (27. 3. 81., 2.)

Su conductor sí "perdió la cabeza" (...). Fue a estrellar contra una banqueta. (29. 1. 81., 12.)

Ayer después de haber "empinado el codo", se sintió alpinista y comenzó a escalar por la parte más abrupta, el susodicho cerro. (14. 11. 80., 14.)

Un espectáculo de gran lujo. (...) No tendrá "ni cabo ni rabo". (6. 12. 80., 3.)

4.4.2. El abuso más evidente es el hecho de haber sido entrecomillado(s) sólo alguno(s) de los elementos de la UF en questión:

Nuestras autoridades le andan buscando "tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro" al autorizar (...) que las mujeres ya pueden ponerse hasta "las manitas" en cualquier cantina. (19. 2. 81., 2.)

Después de pasar las de "caín" [sic] lo atendieron en el hospital. (6. 2. 81. 14.)

Se fue al "Judas" la confrontación. (20. 12. 80., 5.)

Los policías que andaban hasta el "cepillo" (...) detuvieron al trabajador. (13. 1. 81. 11.)

¿Cintura de avispa? "Costúrese la boca" y use cinturón de "castidad" gastronómica. (19. 3. 81. 1.)

Se apoyaron en sus apreciaciones para dar un veredicto que tiene mucha "cola." (11. 2. 81., 6.)

Son tan gordos que ponen "cuatros" a los clientes para acusarlos de no pagar tal o cual mercancía. (1. 4. 81., 16.)

Las negociaciones se encuentran en "un callejón" sin salida. (28. 3. 81. 6.)

Sin querer buscar tres pies al gato - y encontrarle cinco - quisiera acabar con la afirmación de que el uso superfluo de las comillas nos pone cuatros y, en definitiva, nos conduce a un callejón sin salida. Por eso las cuestiones de la ortología fraseológica merecerían, a mi entender, mucho más atención por parte de los especialistas y todos los usuarios de la lengua, en este caso de la lengua española.[7]

P. D.

Katinka, gracias por el fuego, por la pasión que has intentado inculcarnos hacia la cultura y literatura de las "lenguas españolas" (la de España y sus variantes americanas) y de las lenguas "no castellanas" de la Península Ibérica.

Notas

[1] Cabrera Infante, Guillermo, Exorcismos de esti(l)o, Seix Barral, Barcelona 1976, 98-101.
[2] Este término aparece en el DRAE; en MOLINER sólo encontramos entrecomar con la definición siguiente: Poner entre *comas o entre *comillas alguna ->palabra o expresión.
[3] Como se sabe, G. Cabrera Infante publicó críticas de cine con el seudónimo de G. Caín. En húngaro diríase pues kajánkodik...
[4] Lo que no se sabe es si el autor nos está tomando el pelo cuando hace aparecer una palabra sólo con las comillas finales: virtudes«, o bien se trata de un simple olvido, de un error, obra del malicioso "diablo de la imprenta", a nyomda ördöge, como lo diríamos en húngaro.
[5] En cuanto a la terminología utilizada, consúltense las publicaciones de Zuluaga (1980), Morvay (1995). Para la terminología tradicional véase Casares (1950).
[6] La subdivisión y numeración en esta cita incompleta provienen del que suscribe (K. M).
[7] Tengo la impresión de que los términos de ortología, ortológico (en húngaro nyelvhelyesség, nyelvhelyességi) no se usan mucho en español, y que el número de publicaciones sobre cuestiones ortológicas de la fraseología debe de ser ínfimo esta lengua.

Referencias bibliográficas

Diccionarios citados como abreviaturas

Fuentes literarias y otras citadas como abreviaturas

Otras abreviaturas

Apéndice

uno

Una prueba de que los pecados, si no más actractivos que las virtudes, son al menos más duraderos es que la diosa Némesis en la antigüedad premiaba a los buenos y castigaba a los malos. Hace rato sin embargo que el nombre es sinónimo de desgracia --y, a veces, de venganza. 

dos

Una «prueba» de que los «pecados», si no más «actractivos» que las «virtudes», son al menos más «duraderos» es que la «diosa» Némesis en la «antigüedad» premiaba a los «buenos» y castigaba a los malos. Hace rato «sin embargo» que el «nombre» es sinónimo de «desgracia» --y, a veces, de «venganza».

tres

«Una» «prueba» «de» «que» «los» «pecados» «si» «no» «más» «actractivos» «que» «las virtudes» [sic] «son» «al» «menos» «más» «duraderos» «es» «que» «la» «diosa» «Némesis» «en» «la» «antigüedad» «premiaba» «a» «los» «buenos» «y» «castigaba» «a» «los» «malos». «Hace» «rato» «sin» «embargo» «que» «el» «nombre» «es» «sinónimo» «de» «desgracia» --«y» «a» «veces», «de» «venganza».

Preguntas

  1. ¿Cuál es la diferencia esencial entre el primer texto y el segundo?
  2. ¿Por qué en el segundo texto aparecen unas palabras entre comillas y otras no?
  3. ¿Por qué en el tercer texto se han entrecomillado todas las palabras?
  4. ¿Por qué no aparece la palabra tres entre comillas, como tampoco aparecen los signos de puntuación?
  5. ¿Por qué en la primera pregunta de este cuestionario se ha subrayado la palabra esencial?
Cabrera Infante, G. (1976, 98-101)



[ címlap | impresszum | keresés | mutató | tartalom ]